pato945 wrote:Yo me escape de la hora de Literatura y me fui al bar del colegio a verlo, me quisieron poner amonestaciones pero desistieron porque la profesora me cubrió y dijo que me había dado permiso
Ah, eso implica que sos sub-30 (o multirrepetidor), te hacía más grande, ja. Yo ya tenía 25, y por esas épocas me tomaba el laburo mucho muy en serio, jajaja. En los Olímpicos de 2008 ya me rajaba a un bar a ver los partidos matutinos 
pato945 wrote:Esta historia debe ser ampliada
Nah, sólo empiezo por las moralejas: 1)Con el gas no se jode, contraten un instalador matriculado. y 2)El encendido piezoeléctrico (más conocido como chispero) es un chirimbolo útil y práctico, pero mezclar electricidad y gas -aun cuando tuve responsabilidad en el incidente- siempre es un riesgo extra.
Habíamos comprado un horno nuevo, de acero inoxidable, encendido electrónico, tapa de vidrio (supuestamente) templado, grill, toda la facha del mundo. La instalación la habíamos hecho con mi suegro, y si bien él sabe muchísimo, en el momento el flexible que teníamos era muy corto y la entrada de gas estaba invertida en relación a la ubicación del caño (no sé si se entiende, básicamente estaba la manguera en diagonal, y entraba cagando). Una buena noche, estaba usando la hornalla trasera, y se ve que estaba el fuego al máximo o cerca, y un rato después escucho una explosión tremenda: la tapa de vidrio había volado en un millón de pedazos, no resistió el calor.
Después de comerme una cagada a pedos marca cañón de mi mujer, empiezo a barrer todo, y moví un poco el horno para sacar los vidrios que quedaron en los huecos entre horno y mesada, y me voy a dormir.
Evidentemente, en el movimiento, el flexible se corrió un poco, y debió haber una pequeña pérdida de gas, que no noté en el momento (supongo sería muy pequeña).
Al día siguiente me voy a trabajar como siempre, y no sé por qué inspiración divina, mi mujer me insiste en que la pase a buscar y la lleve a casa porque se sentía mal (más o menos una hora, hora y media antes de lo habitual), pedí permiso en el laburo y fuimos.
Cuando abro la puerta, los perros (en ese momento tenía 2) salen disparando a la calle, y entramos y vemos que la cocina estaba en llamas, más o menos medio metro de alto. El horno estaba reventado, inutilizable, y el techo negro. Por suerte, el fuego no se había expandido (entiendo que era bastante reciente el inicio, ya que el termotanque estaba a un metro y pico de distancia y no sufrió daño alguno). Sacando el olor y el techo tiznado, sólo se quemó parte del bajomesada y se rajó el mármol de la misma, así que la sacamos MEGA barata. Probablemente haya sido una chispa del encendido electrónico la que lo inició según me dijeron.
Pero bueno, nos pegamos flor de cagazo, y fue un forzoso aprendizaje.